Washington. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) volvió a pedir la abolición de la pena de muerte en todos los países del continente, con motivo del 25 aniversario del Protocolo de la Convención Americana en esta materia.
“La Comisión exhorta a los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que tienen pena de muerte a abolirla o a imponer una moratoria a su aplicación como paso hacia la abolición, y urge a los Estados que no lo hayan hecho a ratificar este Protocolo”, indicó la CIDH en un comunicado.
Este martes se cumplirá un cuarto de siglo de la firma en Asunción (Paraguay) del Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la abolición de la pena de muerte.
El documento lo han ratificado Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
La CIDH llamó hoy a que lo rubriquen también Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Haití, Perú y Surinam, al tiempo que urgió a Barbados y a Trinidad y Tobago a abolir la pena de muerte.
Asimismo, insistió una vez más en que los países que no han ratificado la Convención Americana sobre Derechos Humanos, entre ellos Estados Unidos y Canadá, deben hacerlo y sumarse asimismo al Protocolo sobre pena de muerte.
Estados Unidos es actualmente el único país de América donde se llevan a cabo ejecuciones de personas condenadas a la pena capital.
No obstante, la CIDH destaca que la aplicación de esta pena en Estados Unidos “ha disminuido gradualmente” y celebra la reciente abolición en el estado de Nebraska, con el que ya son 19 (más el Distrito de Columbia, donde está Washington) los estados que han prohibido esta práctica.
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos no prohíbe “per se” la imposición de la pena de muerte, pero establece restricciones y prohibiciones específicas respecto a su aplicación.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos establece las disposiciones requeridas para limitar su aplicación, con el objetivo de reducirla hasta lograr su supresión definitiva.
“Existe una tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte que se hace evidente en los recientes desarrollos en esta materia a nivel de las Naciones Unidas, sistemas regionales de protección de derechos humanos y en el ámbito del derecho penal internacional”, explica la Comisión.
La Comisión Interamericana reiteró hoy así la recomendación formulada en su informe “La pena de muerte en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos: de restricciones a abolición”, publicado en 2012, para que los Estados miembros de la OEA impongan una moratoria de las ejecuciones como paso hacia la gradual desaparición de esta pena.
La Comisión destaca la “tradición abolicionista” del continente: Venezuela fue en 1863 el primer país del mundo en prohibir la pena de muerte para todos los delitos, seguido por Costa Rica en tercer lugar en 1877.
“La CIDH fue el primer órgano internacional de derechos humanos en evaluar las consecuencias de la aplicación obligatoria de la pena de muerte en el goce de los derechos humanos, concluyendo que la misma es incompatible con los derechos a la vida, al trato humano y al debido proceso”, señala la Comisión, organismo autónomo de la OEA, con sede en Washington.